Dinero y Familia: El Flujo del Dar y Tomar entre Generaciones
Dinero y Familia: Tus problemas de dinero son síntomas. A menudo son lealtades (no tomar a la madre o repetir el fracaso del padre). El dinero sigue al orden.
El Arte de Recibir: ¿Por Qué nos Cuesta Tanto Tomar lo Bueno?
El Arte de Recibir (o la incapacidad) nace de un "movimiento interrumpido" hacia la madre. Sanar es "tomar a la madre" y su difícil destino.
Cuando Amar es Dar Demasiado: El Perfil del ‘Salvador’
Cuando Amar es Dar Demasiado (perfil 'Salvador') rompes el 3er Orden. Agotas tu energía, infantilizas al otro y, a menudo, eres leal a un mandato ancestral.
El Baile Infinito: El Delicado Equilibrio entre el Dar y el Tomar
Equilibrio entre el Dar y el Tomar es el 3er Orden del Amor. En pareja, el desequilibrio (dar demasiado o tomar demasiado) lleva a la crisis, a menudo por lealtades.
Ser Más Grande que tus Padres es una Trampa
Ser Más Grande que tus Padres es juzgarlos. Rompes el 2º Orden del Amor (Jerarquía) y, por no tomar su fuerza, repites su destino y pierdes la tuya.
Ovejas Negras: Los Secretos que Guardan los Marginados del Clan
Ovejas Negras: A menudo no son un defecto. Son el miembro más leal, que por amor ciego se identifica con un ancestro excluido o un secreto.
La Sombra de la Expareja: Honrando a los que Estuvieron Antes
La Sombra de la Expareja aparece cuando no honras a quien estuvo antes. Esto rompe la Pertenencia y la Jerarquía, y la nueva pareja siente que no tiene lugar.
Los Excluidos: Cómo un Aborto Olvidado Puede Afectar tu Vida Hoy
Los Excluidos, como un aborto olvidado, tienen un peso. Un hermano, por lealtad, puede cargar su tristeza o culpa. Darles un lugar libera al sistema.
El Derecho Sagrado a Pertenecer
El Derecho a Pertenecer es la ley clave. Cuando un ancestro es excluido, un descendiente repite su destino por amor ciego para incluirlo.
Los Tres Órdenes del Amor: Las Leyes Invisibles que Gobiernan tu Familia
Los Tres Órdenes del Amor (Pertenencia, Jerarquía, Equilibrio) son las leyes invisibles de tu sistema. Tu sufrimiento no es un defecto, sino un desorden.