"La Red Invisible (LRI) surgió a partir de un grupo informal de españoles y españolas con distintos niveles de participación y responsabilidad en organizaciones que vienen llevando a cabo los programas de Desarrollo Rural (Leader y Proder) de la Unión Europea en nuestro país. Todos coincidíamos en que, tras una década de existencia, los programas creados para el desarrollo rural se han ido burocratizando progresivamente, perdiendo gran parte de su frescura original. Para recuperar un punto de vista más libre, nos unimos, sin estructura prefijada y sin personalidad jurídica, un conjunto de personas que el 26 de abril de 2002 en El Molar (Fuentealbilla, Albacete) nos autobautizamos "los invisibles".

Posteriormente, desde LRI nos fuimos ocupando de varias partituras de acción. Fueron, en primer lugar, la redacción del informe "Aspectos críticos sobre la gestión del PIC LEADER PLUS", seguido del viaje autofinanciado por algun@s de nosotr@s a Argentina, Bolivia y Paraguay para conocer iniciativas de desarrollo en estos países y contactar personalmente con líderes y grupos latinoamericanos interesados en aplicar metodologías participativas para fomentar el desarrollo territorial y con el objetivo, por nuestra parte, de refrescar ideas y enfoques conociendo nuevas realidades. Para reforzar los vínculos a ambos lados del charco y propiciar el trabajo colaborativo y descentralizado, creamos una amplia sede en Internet que fue evolucionando a la vez que la configuración del grupo -hoy mucho más plural en lo que a formación académica y dedicación profesional se refiere- y sus actividades.

Para llevar a cabo los proyectos de cooperación que iban surgiendo, en LRI creimos conveniente constituirnos como asociación en 2004, como "organización sin ánimo de lucro creada para servir de núcleo de convergencia entre agentes interesados en la promoción del desarrollo rural-local, el intercambio de experiencias y metodologías de intervención y la cooperación entre territorios, organizaciones y líderes, entendida ésta como trabajo conjunto y mutuo aprendizaje, apoyado en el respeto a cada uno de los pueblos y comunidades, su identidad cultural y étnica". Una formalización que hoy valoramos como innecesaria, pues los proyectos de cooperación surgidos de aquellos primeros contactos han ido encontrando sus apoyos y su lugar natural de desarrollo en el seno de los los grupos de acción local que nos eran más cercanos.

Así, La Red Invisible ha decidido, a mediados de 2009, volver a ser más red y menos organización, más análisis y debate y menos propuesta y ejecución. En una vuelta a nuestra informalidad inicial, nos proponemos estudiar y reflexionar juntos sobre nuevos modelos de liderazgo, procesos de dinamización y evolución de los movimientos alternativos, economía social y participación ciudadana... Redefiniremos, en consecuencia, nuestra comunicación pública y nuestra presencia en Internet. Y, desde luego, seguiremos luchando por cambiar nuestras sociedades para hacer del planeta un lugar más habitable, justo y sostenible.